El 9 de enero de 1964, estudiantes del Instituto
Nacional, al querer izar la bandera panameña en la Escuela de Balboa, fueron
repelidos y el emblema nacional, resultó mancillado.
Los actos de los institutores, representaban el querer
legítimo, no solo de ellos, sino de los panameños, que, de conformidad a lo
acordado por los gobiernos de Panamá y Estados Unidos, permitía
enarbolar el pabellón patrio, junto al de los estadounidenses, en la Zona del Canal.
El preámbulo se dio el 2 de mayo de 1958, cuando un grupo de estudiantes de la Universidad de Panamá, sembró banderas
panameñas en lugares aledaños al edificio de la Administración en Zona de Canal.
Y, el otro precedente tuvo lugar el 3 de noviembre de 1959, dado que algunos istmeños intentaron plantar la bandera panameña en la Zona del Canal, como
signo de la soberanía de Panamá, sobre aquel territorio. No obstante, fueron violentados por la policía zoneíta y las fuerzas armadas de Estados Unidos.
Con los institutores, la situación pasó a más, después de
la humillación sufrida por seis de sus miembros, que portaban la bandera
panameña, pero fueron agredidos y el emblema patrio irrespetado.
A eso de las seis y media de la tarde, la situación se
constituyó convulsa. Por un lado, los norteamericanos habían roto la bandera
panameña; y por la otra, los aguiluchos fueron acosados por los zoneítas. Este
panorama, marcó el inicio de las protestas en las ciudades de Panamá y Colón,
que se extendieron hasta el 11 de enero de 1964, y que produjeron 21 muertos y
400 heridos, según se desprende, de la revista Lotería, No. 191, de octubre de
1971.
Hoy, se cumplen 60 años de aquel 9 de enero de 1964. Honor, a quienes, con valentía, defendieron a la patria.