FOTOS DE ARCHIVO. ARRIBA, MARIANO RIVERA DURANTE LA CELEBRACIÓN DEL WORLD BASEBALL CLASSIC QUALIFIER, REALIZADO EN PANAMÁ. ABAJO, ANTES DE HACER EL LANZAMIENTO DE HONOR, EN LA INAUGUARACIÓN DE LA COMPETENCIA ANTES MENCIONADA, EN EL ESTADIO NACIONAL ROD CAREW.
FOTOS: ERNESTO Mc NALLY.
EL RELEVISTA DE LOS YANKEES DE NUEVA YORK NO SUMÓ UN RESCATE MÁS, PERO FUE EL MÁS VALIOSO.
Mariano,
acostumbrado a las ovaciones, salió en la parte baja del octavo episodio de la estelar noche en Nueva
York, frente a una multitud - incluidos los propios peloteros y miembros de los
dos equipos-, que le aplaudieron de pie, en la casa de los Mets, vecinos de
ciudad de la franquicia más laureada en
las Mayores, Los Bombarderos del Bronx.
El
partido terminó 3-0 a
favor de los de la Americana ,
y el mánager Jim Leyland, tomó la decisión de traer al montículo al Expreso de Puerto Caimito en el cierre
del octavo inning, para evitar
cualquier eventualidad que pusiera en riesgo la participación del canalero
Rivera, que este año se retira como jugador del béisbol organizado, difundió la
prensa especializada en Panamá, al mediodía del miércoles.
La
prensa istmeña también elogió a Rivera,
quien procede de una humilde comunidad, cerca de La Chorrera , al oeste de la
capital panameña y que llegó a Grandes Ligas, primeramente como abridor de Los Mulos; aunque después, en 1996, pasó a relevo del medio (set up), y seguidamente reemplazó a John Wetteland, en 1997; antes
de convertirse en el lanzador con más
partidos salvados en Ligas Mayores. Todo bajo la dirección de Joe Torre y del coach de lanzadores, Mel Stottlemyre.
El
partido fue transmitido en vivo a Panamá y visto por miles de compatriotas de El Hombre de Arena, o Sandman, como igualmente se le conoce en Estados Unidos al oriundo de Puerto Caimito; una población compuesta, en buena parte, por pescadores, en el litoral del Pacífico, en la pequeña República centroamericana.
Los
anotadores e impulsadores de las tres carreras con las que la Liga Americana
rompió una seguidilla de tres victorias consecutivas de la Liga Nacional, prácticamente pasaron a un segundo
plano, algo poco usual cundo se trata de seleccionar al jugador más valioso del
Juego de las Estrellas; que por primera vez tuvo a un taponero como el
pelotero más destacado de la jornada.
Finalmente,
y visiblemente emocionado, Mariano Rivera agradeció
- en idioma inglés -, a Dios
y a la fanaticada neoyorquina, por todo. Fue, como lanzador, su último Juego de Estrellas.
