CATEDRAL DE PANAMÁ VIEJO. FOTOS: ERNESTO Mc NALLY C. PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN. ALL RIGHTS RESERVED.
Cuando
Pedro Arias de Ávila fundó, el 15 de agosto de 1519, la ciudad de Nuestra
Señora de la Asunción de Panamá, tenía un claro criterio del significado que
revestía su acción.
Es el
primer asentamiento de europeos en el litoral sur de lo que es hoy Panamá, pero
a su vez, en aquellos días tan remotos, la base de lo que sería más que un
hecho histórico; ya que con la fundación de Panamá La Vieja o Panamá Viejo, como se le conoce en la actualidad,
aquella consolidación de los españoles en América, revestiría el papel del
pequeño país centroamericano y, lo que sería con el pasar de los años, parte
fundamental de la economía panameña: el servicio y el tránsito internacional.
Ya en
el siglo XVI, el rey Carlos V, avisó la idea de una ruta transoceánica entre el
Océano Atlántico y el Pacífico, con la que los barcos españoles pudieran fortalecer todavía más su relación con las Indias Orientales, sin afrontar las
tantas penurias por las que sucumbían las embarcaciones de España. Era el 20 de
febrero de 1534 y la misión consistía, pues, en encontrar una ruta más llevadera a Asia.
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EMPEDRADO DE UNA CALLE DE PANAMÁ LA VIEJA |
Con
el descubrimiento de América por el almirante Cristóbal Colón, el 12 de octubre
de 1492, las expectativas de España ya habían aumentado su interés por la
conquista de las nuevas tierras encontradas, al punto que se organizaron nuevas
expediciones con tales fines. En un momento, no fueron solamente las nuevas
rutas por descubrir, sino, los tesoros y territorios por conquistar.
Aquí
la importancia de Vasco Núñez de Balboa, quien en 1513 había divisado el Mar
del Sur, la puerta de entrada y salida a
otras culturas, aún sin descubrir; y por qué no, por conquistar.
Núñez
de Balboa, por aquellos agitados días en América, se encargó de la misión de
descubrir una ruta al lugar descrito por los indios americanos, en donde
había una gran riqueza, el oro. Por tal motivo se le llamó “adelantado”, ya que
el encargo no era a su cuenta, sino por orden real.
Pero
los españoles no estaban solos en tan arriesgada y, a la vez, prometedora
empresa. Tenían la competencia de las demás potencias europeas del siglo XV,
XVI y XVII: Portugal, Gran Bretaña, Francia y Holanda. Por tal razón, la misión encomendada a Balboa,
revestía de gran trascendencia; algo equiparado tal vez, a la incursión del ser
humano en el espacio, en términos del siglo XX. De tal forma, la tarea de Núñez
de Balboa, era una carrera contra los enemigos y el tiempo.
Y en
efecto, Balboa emprende tan delicada faena, una vez llega a Tierra Firme,
procedente de La Española (República Dominicana), donde había residido, luego
de alcanzar cierto grado de fortuna; misma, que no le sirvió para sortear las
adversidades del Caribe, y los vaivenes de los negocios, especialmente con los
cerdos.
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VASCO NÚÑEZ DE BALBOA, CINTA COSTERA |
A fin
de cuentas, Balboa se embarca como polizón en la expedición de Martín Fernández de Enciso, hacia Tierra Firme,
en San Sebastián de Urabá; iba dentro de un barril.
A su
llagada al continente, Enciso encontró a Francisco Pizarro, que al no saber
nada de su superior Enciso, trataba de retornar a La Española, pero recibió la
orden de Enciso, su superior, de regresar a San Sebastián; cosa que se malogró,
por haber sido destruida por los aborígenes.
Finalmente,
Balboa aportó la idea de trasladar la ciudad a otro sitio más seguro, y en
donde la convivencia con los de allí naturales, fuera menos belicosa; idea que
ratificó Enciso, quien le había perdonado la vida a Núñez de Balboa, por justificarlo quienes le conocían,
y por considerarlo valioso para la expedición de San Sebastián; por conocer el
territorio, ya que había estado allí antes.
En
este contexto, y conforme a las crónicas de fray Bartolomé de las Casas, se funda el poblado de Santa María La
Antigua del Darién, en 1510, por Martín Fernández de Enciso y Vasco Núñez de
Balboa. Fue la primera diócesis en América continental, ya
que los españoles lo habían prometido, de ganar la batalla al cacique Cémaco, que
habitaba el lugar.
Sin
embargo, pronto vendrían noticias de España. Balboa, por su lado, había tomado
el poder en Santa María La Antigua del Darién, a solicitud de los colonos,
cansados estos últimos, de la jefatura déspota de Fernández de Enciso.
En
1513, su Majestad, el Rey de España,
nombró a Pedro Arias de Ávila como gobernador de Castilla de Oro; que desde
1508, comprendía desde Nicaragua hasta el norte de Colombia, en el Golfo de
Urabá, conforme lo cuenta fray Bartolomé de las Casas.
Balboa descubrió el Mar del Sur, y años depués, por una animadversión con Pedrarias, como también se le conocía al Gobernador de Castilla de Oro, fue decapitado en el poblado de Acla; el 15 de enro de 1519.
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RUINAS DE PANAMÁ LA VIEJA |
En
este contexto, la fundación de Nuestra Señora de la Asunción de Panamá, un 15
de agosto de 1519, se sustenta en la
necesidad de parte de los españoles, de fundar una ciudad en las costas con el
Mar del Sur; que en 1513 había descubierto Núñez de Balboa, en esa carrera por
encontrar un paso expedito y sin tantos peligros, a las Indias Orientales. Pero
eso no fue todo, también se cobijó la idea de conquistar otros pueblos y el de
adquirir riqueza, conforme se encontrara en el vasto continente; no en vano
Tierra Firme se divide, y la parte occidental,
es llamada Castilla de Oro.
El
otro aspecto es el de la fe. Los españoles, que abrazaban el catolicismo,
escogen la celebración de la Asunción de la Virgen María, el 15 de agosto; importante
fecha para estar abrigados por el
amor de la Madre de Cristo, en tan comprometedora empresa.
500
años después de la fundación de Nuestra Señora de la Asunción de Panamá, un 15
de agosto de 1519, el papel de Panamá sugiere lo mismo que en aquellos lejanos
tiempos de la conquista española. Panamá tiene una economía sustentada en el tránsito, el comercio,
y en la vocación de servicio.