MARIANO RIVERA, PITCH, HIT & RUN (PANAMÁ, 2014).
FOTOS: ERNESTO Mc NALLY.
Mariano
Rivera fue inducido ayer, 21 de junio, al Salón de la Fama de Major League Baseball (MLB), y se unió a su
compatriota Rodney Cline Carew, como los
dos únicos panameños en ingresar a Cooperstown.
Rivera,
el líder de todos los tiempos en salvamentos de las Grandes Ligas, con 652,
entra este año al Salón de la Fama de MLB, unánimemente; mientras que Carew, lo
hizo con el 90.52 % de los votos de los periodistas especializados de la Gran
Carpa, en 1991. Carew, líder de bateo siete veces, en la Liga Americana; seleccionado
para el Juego de Estrellas en 18 ocasiones y jugador más valioso (MVP) de la temporada
de 1978, acumuló un promedio de por vida de .328. En 1977, bateó para .388, el
promedio más alto desde que Ted Williams bateara para .406, en 1941. Nacido en Gatún, en un tren, emigró a Estados
Unidos a la edad de 14 años y fue descubierto por el scout de los Mellizos de Minnestota, Monroe Katz. Fue seleccionado
novato del año de la Liga Americana en 1967, fecha de su debut en la Gran
Carpa.
 |
PELOTA FIRMADA POR ROD CREW, HALL OF FAME |
Rivera,
por otro lado, es originario de Puerto
Caimito, una comunidad de pescadores que se encuentra en la recién constituida
provincia de Panamá Oeste, y que anteriormente formaba parte
de la provincia de Panamá, cuando Mariano comenzó a practicar el béisbol en su
adolescencia. Sus logros suman cinco Series Mundiales, con los Yankees de New
York; 652 salvamentos de por vida (líder en las Grandes Ligas); 13 Juegos de Estrellas,
efectividad de 2.21 en temporada regular y 42 rescates en Postseason.
Pero
no todo fue bonito en este cuento, que parecería inventado, si no fuera real.
Mariano también se refirió a los momentos difíciles, como cuando llegó a Tampa,
sin saber inglés y sin mayor experiencia, tenía 20 años. Tuvo la dicha de que
fue recibido en el aeropuerto. Y, según lo manifestó, a veces se iba a dormir y
lloraba, porque no podía comunicarse con nadie.
La barrera del idioma fue, por así decirlo, su gran obstáculo; sin
embargo, sus amigos le enseñaron el inglés. En 1995 lo llamaron a la Carpa
Grande, pero no le fue bien, y le mandaron a New Jersey, con su compañero de
equipo Derek Jeter. En el 97 regresó a New York, como set
up (relevo del medio o preparador). Luego vino la sorpresa, cuando el
mánager, Joe Torre y el coach de pitcheo, Mell Sttotlemyer, le dijeron que iba a ser el cerrador de los
Yankees. “Quede en shock”, añadió
Mariano.
En su
discurso de inducción, ayer, en
Cooperstown, Rivera agradeció en primera instancia a Dios, por todas las
bendiciones; y seguidamente lo hizo con sus familiares y compañeros de equipo
(los New York Yankees, con el que militó sus 19 temporadas en Ligas Mayores);
además de a sus entrenadores y a la
fanaticada de New York, sin dejar afuera a los periodistas especializados de la MLB. Finalmente agradeció al pueblo
panameño y a su “Panamá querida”.
 |
PELOTA FIRMADA POR HÉCTOR LÓPEZ, RAMIRO MENDOZA
Y MARIANO RIVERA (NEW YORK YANKEES ) |
Mo, como le dicen sus compañeros de los Mulos, se expresó en español, en un
momento muy emotivo, ya al final de su discurso. “Para mi Panamá querida…Algo
especial que aprendí a hacer fue….Siempre dónde iba, a representar a Panamá y
dar lo mejor de mí por Panamá…Gracias por permitirme crecer en esa República
hermosa…”.
El
nuevo inquilino de Cooperstown entró con otros cinco jugadores que también fueron
seleccionados para la Clase 2019 de inducidos al Hall of Fame. Ellos son: Edgar Martínez (Seattle Mariners), Mike
Mussina (New York Yankees), Lee Smith (Chicago Cubs), Harold Baines (Chicago White
Sox) y el desaparecido Ray Halladay (Philadelphia Pillies).